Y desde el inicio encontramos el fanatismo: Por razones desconocidas los seguidores de un equipo no son normales. Hasta los menos radicales son fanáticos. En realidad en España no gusta el fútbol. En España se es de un equipo, hasta la muerte. Y esto incluye al periodismo. En cada región hay un periódico pro el equipo de la ciudad, o de la comunidad. En Valencia está "Superdeporte" que en realidad se deberia llamar "SuperValencia" En Barcelona está el "sport" que en Realidad se deberia llamar "SportBarça".......Y así con todos. ¿Y en Madrid? En Madrid tenemos dos periodicos que presumen de "Nacionales" pero que en realidad le dedican mas páginas al Real Madrid que a otro equipo. Cómo será la cosa que los aficionados del Atleti encuentran mas de su equipo en "el mundo deportivo" que en el "As" o en el "Marca"
El fútbol mueve miles de millones de euros en todo el mundo y, lo que es peor, el dinero es para el ganador. El perdedor en este mundo, como si de una partida de póker se tratara, no ve un miserable euro. Las inversiones multimillonarias solo son rentables si el equipo es puntero y está en lo mas alto. De lo contrario vas directo a la ruina. Y esto es así por que en esta loca carrera por ser el número uno, no se escatiman medios economicos para fichar a los mejores jugadores que cobran cantidades mareantes, lo que les situa en un "status" de privilegio que no solo afecta a su vida privada, tambien en el campo de fútbol donde todos deberian ser iguales, desde luego, no lo son. No es lo mismo expulsar el defensa derecho del colista de la liga, que a Messi o Ronaldo....
¿Todo esto explica el problema del arbitraje? De ninguna manera. Sería una solución muy fácil quedarnos con este escenario como gran culpable. La realidad es que algunas de las cosas que suceden en el mundo del futbol solo se pueden arreglar desde dentro. Desde la base. ¿Qué educación recibe un niño cuando empieza a jugar al fúbol? Desde los padres a los entrenadores se les inculca que solo vale ganar, por lo civil o lo criminal. Desde bien pequeñitos los entrenadores enseñan a los niños los peores trucos, o lo que es peor, no reprimen en los niños los peores gestos que ven en la tele. Cuando yo arbitraba Futbol - Sala un niño de categoría alevin, tras meter un gol, se posicionó frente a la grada donde estaban los padres de los niños del otro equipo, el visitante, y les hizo dos cortes de manga bien claritos. Cuando me recuperé del asombro tarjeta roja directa. Pues bien al final del partido el entrenador local me decía que la tarjeta roja era excesiva, que una amarilla bastaba. Los padres afectados, que eran un modelo por cierto de educación y obligaban a sus hijos a comportarse correctamente, o no jugaban, le oyeron y le pusieron "fino". La diferencia estaba clara. Para unos el futbol era un vehiculo de formación como personas. Para los otros, valía cualquier cosa. Y así sucede también en muchos casos con los padres que ven los partidos: Lo peor que puede salir de la boca de alguien va dirigido contra el arbitro, contra el entrenador propio, o contra el niño rival al que muchos le pisarían la cabeza.....No es broma. Con este panorama ¿Qué es lo que puede salir? Salvo honrosas excepciones, animales. Y lo vemos en primera división jornada sí y jornada también. Y con este paisaje de insultos constantes y agresiones ¿Cómo pueden salir árbitros? La realidad es que no salen. Por que muchos excelentes arbitros se quedan por el camino por diversas circunstancias que luego explicaremos.
¿Qué solución se puede aplicar para el fútbol base? Hay una muy clarita. Si el niño quiere jugar al futbol se tiene que capacitar como arbitro, pasar el examen Y ARBITRAR. TODOS SIN EXCEPCION. O no juegan aunque sean Dios bajado del cielo hecho futbolista. Las categorias base las tienen que dirigir los propios jugadores. Y esto EN TODOS LOS DEPORTES. ¿Que es lo que conseguimos? De momento que los padres no chillen a los arbitros, en el temor de que a sus hijos los chillen o los insulten. Que los niños conozcan QUE es arbitrar. Que no es un delito. Es una actividad como otra cualquiera. Y cuando todos se vean en el mismo saco, se comprenderan mejor y evitarán la violencia.
Para el arbitraje esto supondría un vivero excelente de futuros colegiados, beneficiandose de que, probablemente, muchos continuarian el camino del arbitraje si descubren que les gusta y se les da bien, es decir; habría donde elegir.
Pero esto solo no solucionaría el problema del arbitraje. Por que en el mundo arbitral hay una podedumbre muy grande. Pero esto será tema de la segunda entrega.
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